No podía hacer más

Estaba a tu lado y te hablaba a veces, pero tú escuchabas a otras y a otros y no me hacías caso. No podía ni hablar más, ni más alto. Era así. Era eso todo lo que podía hacer. Estaba a tu lado, pero estaba sola.

Un fantasma negro y rastrero

Cuando salí esta mañana de mi habitación vi que me perseguía un fantasma negro y rastrero. Luego, resultó ser la media que desordenadamente había dejado ayer por el suelo y que, como a gallina despistada, devolví a su gallinero.

María Fontaneda

Me gustaría ser una galleta María Fontaneda porque es sencilla, simple, sin grasa, pero alimenta. Nunca te cansas de ella y es flexible porque te la puedes tomar de muchas maneras y con diversos acompañamientos.



María Fontaneda ¡un modelo a seguir!

Coincidiencias

Mismo día, distinto lugar, distinta la hora.

Un concierto

El domingo estuve en un concierto; hacía mucho que no iba a uno. Este fue de Loquillo, con Amaral, Gabriel Sopeña, Jaime Urrutia, Sabino Méndez y Dado Villalobos (del grupo de rock brasileño Legión Urbana) como artistas invitados. Fui por ver a algunos de ellos y porque tocaban a la puerta de mi trabajo. Llegué un poco tarde por eso, porque salía de trabajar, pero disfruté un montón. Aunque el entorno era "helador", y no tanto por el mucho frío que hacía, sino porque la gente estaba como dormida, disfruté un montón, a pesar de no moverme mucho (que iba cargada con un portatil, dos libros y el bolso), pero la música me atravesó.

Lo mejor, cuando el que tenía al lado, que también parecía que iba a solo, se puso a cantar a grito pelado ya no recuerdo qué canción, pero una de las conocidas. Todas sus vibraciones interiores me llegaron y me cogió el corazón con tanta emoción expresada de esa forma.

Abueleando

Nuestros padres, esos que comenzamos a descubrir en la adolescencia y sobre todo en la juventud, cuando se hacen seres de carne y hueso, con defectos y virtudes, humanos.

Verlos hacerse abuelos es un nuevo descubrimiento; una faceta de su persona que no se desarrolla hasta ese momento: alucinante. Pueden llegar a hacer lo que nunca pensarías y lograr una felicidad para ellos también insospechada.

Me alegro de poder ver así a mis padres, abueleando.

estoy viva

Una y otra vez me acomete esa ardiente sensación de defraudar mi destino

, dice un sabio.



Y, a pesar de eso, mejor, por eso, porque estoy viva, porque tengo corazón, tengo esperanza.

Solidaridad y amor animal

Por una pared, a un metro y medio del suelo, la hormiga de abajo ayuda a la de arriba, con un pata rota, a subir... no sé a donde irían.

Medidas intelectuales

Si sigues con constancia la educación académica te dará una idea de la medida de tu inteligencia. De qué puede abarcar y qué no puede abarcar. Poco a poco comenzarás a discernir qué tipo de pensamiento halla cabida más cómoda en tu mente. Y con ello ahorrás tiempo porque ya no tratarás de adoptar ideas que ya no te van, o que no se avienen a tu inteligencia. Sabrás cuáles son exactamente tus medidas intelectuales y vestirás tu mente de acuerdo con ellas.

El guardián entre el centeno, de Salinger.

No eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que nada tiene que ver con la educación. Es historia.
Es poesía.

(...)

Si los hombres cultos (cultivados) tienen además genio creador, lo que desgraciadamente se da en muy pocos casos, dejan una huella mucho más profunda que los que poseen simplemente un talento innato. Tienden a expresarse con mayor claridad y a llevar su línea de pensamiento hasta las últimas consecuencias. Y lo que es más importante, el noventa por ciento de las veces tienen mayor humildad que el hombre no cultivado.

Ibídem.

Originalidades

Conocida y mítica vendedora de cigarrillos, hasta hace poco, en El Tubo de Zaragoza.

Y más del Tubo en fiestas:

Me decía el otro día una amiga...

¡"No quiero beber el vino de sus tacones!"



Y con razón lo decía, vaya que sí.

Pero bueno...

...pues eso.

(algunas de mis muletillas).

Estoy por volver

Pronto, ya estoy volviendo.